La discalculia se caracteriza por una dificultad específica para el aprendizaje y comprensión de las matemáticas, afectando tanto los procesos de cálculo, comprensión del significado de las operaciones y su utilización en la resolución de problemas matemáticos. Generalmente, los alumnos discalcúlicos presentan un rechazo o frustración muy importante ante la aprenetatge matemático, lo que incide aún más negativamente en sus resultados.
La discalculia muchas veces puede encontrarse asociada a otros trastornos del aprenenatge como la dislexia o el Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad asociada (TDA-H), lo que provoca que muchas veces la discalculia no reciba el tratamiento oportuno al quedar eclipsada por la mayor afectación de los otros trastornos del aprendizaje.
A modo de signos de alerta, que nos podrían hacer pensar en que se presenta una discalculia, podríamos destacar los siguientes:
Utilización de los dedos para sumar y restar
Dificultades manifiestas para resolver cálculos sencillos
Problemas para realizar seriaciones tanto en orden directo como inverso
Dificultad para contar hacia atrás
Falta de comprensión del significado de las operaciones
Dificultades para aprenderse las tablas de multiplicar
Dificultades muy relevantes para realizar procesos básicos como la suma y la resta o olvidar estos procesos con facilidad
Uno o dos síntomas no resultarían alarmantes, pero más allá de 3 podrían indicarnos la presencia de una dificultad específica en el cálculo.