Cómo trabajar el autocontrol con niños con TDAH
Me ha llegado este artículo, realizado por la Fundación CADAH, que trata sobre el autocontrol. En él, leeremos la importancia de trabajar el autocontrol, tan necesario en los niños con TDAH, y nos enseña una interesante actividad para desarrollar y mantener el control de uno mismo.
– ¿Por qué trabajar el autocontrol en los afectados por el TDAH?
Técnicas de neuroimagen demuestran que los niños con trastorno por déficit de atención, con o sin hiperactividad (TDAH) presentan un retraso en la maduración de algunas regiones del cerebro, zonas relacionadas con la atención y el autocontrol, que podrían ser el origen de este trastornos, según ha explicado la doctora Katya Rubiá, profesora en Neurociencias Cognitivas en el Instituto de Psiquiatría de Londres (Reino Unido).
Las investigaciones llevadas a cabo por su grupo investigador lo demuestran, explica en una entrevista Europa Press: `Nadie sabe por qué se produce el TDAH, lo que sí se ha demostrado, a través de técnicas de imagen, es que hay zonas más afectadas que otras, concretamente en las conexiones entre el lóbulo frontal y los ganglios basales, estas regiones (redesfrontosguiadas), son importantes para la atención, el autocontrol, y la motivación`, afirma.
En este sentido, investigaciones acerca del origen del TDAH realizadas en las dos últimas décadas han hecho grandes progresos en la comprensión de las funciones del córtex prefrontal, en su implicación en los procesos de inhibición y autocontrol a través de las llamadas funciones ejecutivas y, por tanto, en su implicación en los procesos neuropsicológicos alterados subyacentes al TDAH.
– ¿Qué es el autocontrol?
El autocontrol es la capacidad de modular y controlar las propias acciones en una forma apropiada a su edad; la sensación de control interno.
Una persona se comporta de manera autocontrolada cuando es capaz de responder decidiendo, eligiendo su respuesta, más que reaccionando de un modo automático e impulsivo ante una situación. Frente a este comportamiento, la conducta impulsiva revela una carencia de respuesta intelectual, valorando la situación, y de decisión, orientada hacia las alternativas socialmente aceptadas.
Una incompleta o desordenada educación en la adquisición del autocontrol puede situar al niño en una posición de riesgo que indica otras líneas de problemas intelectuales, emocionales y sociales:
– La primera línea abre la vía de los retrasos en el rendimiento: tareas incompletas, instrucciones no escuchadas, etc.
– La segunda conduce, por un lado, hacia la desmotivación por ausencia de adquisición de satisfacciones a través de lo que otros niños encuentran adecuado o interesante y, por otro, hacia la acomodación en el intento de búsqueda de satisfacciones inmediatas (lo que en el futuro se estructura como tendencia a la búsqueda de sensaciones).
– Y tercera, tan importante como las anteriores, surge de la desconexión con los iguales, que de no ser prevenida adecuadamente, conduce a la pérdida de oportunidades de adquirir competencia individual para la interacción social: baja asertividad, retraimiento, red personal de amigos escasa, etc.
La capacidad de inhibir los impulsos y de posponer la gratificación inmediata, en función de otra gratificación posterior, es esencial para que las estrategias de toma de decisiones puedan repercutir positivamente sobre la conducta.
Un escaso autocontrol supone un claro factor de riesgo en la medida en que facilita la búsqueda de la sensación inmediata, que no se es capaz de posponer en función de conseguir un objetivo mayor.
– Actividad para trabajar el autocontrol con los niños afectados por el TDAH:
Una vez visto la importancia de potenciar el autocontrol para proveer de un adecuado desarrollo socio-emocional, se explicará una de las actividades que podemos utilizar para trabajar el autocontrol en los niños afectados por el TDAH.
Para desarrollar esta actividad debemos plantear a los niños los siguientes objetivos:
– Aprender a mantener el autocontrol.
– Reflexionar sobre situaciones que nos producen malestar y reconocer los sentimientos que las provocan para poder controlarlos.
– Conocer las consecuencias de la alteración de la norma.
– Buscar alternativas de conducta adaptativa.
Los materiales que utilizamos en dicha actividad son:
– Un panel de emociones dónde los niños deban colocar su foto en la emoción que sienten cada día.
– Una presentación en power point donde se les expone los conceptos que deben aprender y las actividades que van a desarrollar.
– Un video de `El Pato Donald` en el que podrán ver qué pasos debemos seguir para mantener el autocontrol.
– Posteriormente se les pasará una hoja de preguntas que nos servirá como guía para ver si han entendido y atendido al vídeo, y para ayudarles a reconocer los pasos que debemos seguir para adquirir autocontrol.
– Música relajante, esterilla y manta.
– Pompero.
– Teatrillo y marionetas.
– Lápiz y papel.
El desarrollo de la actividad:
– Comenzaremos mostrándoles el panel de las emociones, donde ellos podrán colocar su foto en la emoción que creen que tienen, consecuencia del trascurso de su día. Aquí veremos, los educadores, la emoción que traen, y en función de ésta les ayudaremos a ver cómo dicha emoción puede influir en la adquisición del autocontrol.
– Una vez que han identificado su emoción ese día, se les pasará a exponer e ilustrar sobre cuáles son los objetivos a conseguir con esta actividad. Y una vez visto esto les expondremos, de manera magistral, e ilustraremos sobre qué es el autocontrol y qué podemos hacer para conseguirlo.
– Cuando ya se haya expuesto los conceptos básicos sobre el autocontrol, se mostrará el vídeo de `El Pato Donald`. En el vídeo observarán qué trucos aprende el Pato Donald para conseguir mantener el control inhibitorio.
– Después de esto, realizaremos a los alumnos un conjunto de preguntas guía las cuales les ayudarán a comprender mejor el vídeo visto. Con estas preguntas, los educadores detectarán la capacidad atencional y de compresión que muestran los niños. Y también, les guiarán para conocer en profundidad los pasos a seguir para mantener la calma y no dejarnos llevar por los impulsos.
– Uno de los trucos que deben aprender los niños para conseguir el autocontrol es el aprender a relajarse. Para ello se desarrollará una sesión de relajación, enseñándoles a dominar la respiración profunda y aprender a identificar cuando nuestro cuerpo está tenso o relajado.
– Posteriormente se les enseñará a identificar las diferentes señales que el cuerpo nos da cuando nos empujan, nos cogen algo, nos acusan, no nos compran lo que queremos, no hemos acabado un trabajo, cuando un compañero no nos deja jugar, o no nos invita a su cumpleaños, etc. Si aprendemos a identificar esas señales, sabremos cuando deberemos implementar los trucos aprendidos para mantener la calma y relajarnos, pensando siempre en la consecuencia que pueda tener nuestra conducta.
– Vamos a experimentar. Van a tener que controlarse cuando el educador saque un pompero y haga pompas, puesto que ellos en este momento van a tener que controlarse y no podrán explotarlas. Después de dicho ejercicio van a tener que expresar qué sensación han experimentado al aguantarse las ganas de explotar las pompas, y qué han hecho para conseguir controlarse.
– A continuación, se les enseñará la técnica del semáforo para controlar la ira y el enfado. Deben aprender que cuando no podemos controlar una emoción (sentimos mucha rabia, queremos agredir a alguien, nos ponemos muy nerviosos?) tenemos que pararnos como cuando un coche se encuentra con la luz roja del semáforo. Después de detenerse, es el momento de pensar y darse cuenta del problema que se está planteando y de lo que se está sintiendo (luz amarilla). Y si uno se da tiempo de pensar pueden surgir alternativas o soluciones al conflicto o problema. Es la hora de elegir la mejor solución (luz verde). Después de haber aprendido la técnica, van a dibujar una situación en la que crean que han perdido el control, y al lado deben de representar cómo estaba su semáforo (verde, amarillo o rojo). Después deben de dibujar cómo estará su semáforo si practica los trucos que han aprendido para controlar su conducta (verde, amarillo o rojo).
– Ahora con las marionetas, vamos a representar diferentes situaciones en las que creemos que hemos perdido el control. Y después, representaremos qué podíamos haber hecho para haber mantenido la calma y habernos mantenidos serenos y relajados.
– Si nos da tiempo, al final de la actividad, se les pedirá a los niños que dibujen la emoción que les ha provocado realizar esta actividad.
El tiempo de la actividad será aproximadamente dos sesiones de una hora cada una. Si el grupo es muy grande y muy participativo, puede que se necesite otra sesión para poder desarrollar la misma.
Es importante que durante el transcurso de la actividad, los educadores les hagamos conscientes a los niños de:
– La importancia de reconocer y titular sentimientos, sensaciones y estados de ánimo con el fin de poder controlarlos y no actuar impulsivamente.
– Y el practicar y llevar a cabo los diferentes trucos para conseguir mantener el control, la calma y la serenidad.
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