Comprensión lectora: la importancia de la modalidad lectora
Las modalidades lectoras en función de su intencionalidad u objetivo son las siguientes:
- Lectura silenciosa integral: es la lectura que utilizamos comúnmente para realizar tareas de comprensión lectora, es decir, la lectura silenciosa completa de un texto que permite asimilar toda la información presente en el texto. Es el tipo de lectura que realizamos cuando leemos una novela o un texto que es de nuestro interés ya sea por placer o para aprender un aspecto determinado.
- Lectura selectiva: se caracteriza por una lectura rápida de algunos puntos y una lectura atenta de otros, de forma que el lector pretende extraer una idea general del texto profundizando sólo en algunos aspectos que puedan ser de su interés. Lectura que podría ser más propia de la lectura de la prensa, ante algunos artículos que nos pueden interesar parcialmente.
- Lectura exploratoria: es la lectura que realizamos cuando estamos buscando una información determinada en el texto, como por ejemplo un párrafo que explica un aspecto determinado sobre la temática del texto.
- Lectura lenta: se trata de una lectura que permita disfrutar de esta, sobre todo en aquello referente a los aspectos formales del texto, como puedan ser los recursos literarios utilizados en una poesía.
- Lectura informativa: se trata de la lectura que se realiza de forma rápida buscando una información muy concreta, como una fecha, un nombre, un teléfono en la guía telefónica…
Como se puede apreciar estas modalidades lectoras las solemos utilizar l@s adult@s en nuestras lecturas cotidianas en función del objetivo que tengamos de esta lectura, ya sea aprender, disfrutar o encontrar una información determinada. Estos aspectos no se deben menospreciar, ya que estos son los principales objetivos de la lectura, mientras que en muchas ocasiones lo que les pedimos a l@s niñ@s es que lean y ya está, a menudo incluso insistimos en la velocidad lectora o en que no se atasquen cuando leen en voz alta, aspectos que tienen su importancia en el desarrollo de la comprensión lectora pero que no resultan fines en si mismos.
Por estos motivos, que no son pocos, los niños deben saber para que leen y como lo deben hacer, sino acabamos provocando que tengan una lectura ineficaz o en el peor de los casos que rechacen la lectura.
Ante todo resulta indispensable tener en cuenta que toda lectura debe tener un objetivo, aunque sea el hecho de disfrutar o satisfacer una curiosidad, sino deja de ser lectura y se convierte en articulación de fonemas, quien no recuerda las lecturas en voz alta en la escuela, estaban ustedes más pendientes de entender lo que se leía o de vigilar que no les tocase su turno y los pillaran que se habían perdido en la lectura. ¿Cuál era el objetivo de esa actividad? ¿Leer o estar atento a cuando le tocaría descodificar signos a usted?¿Creen que alguien entendía alguna cosa del texto? Eso si con suerte el texto era completo y no se trataba de un fragmento inacabado de otro libro o cuento.
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