¿Cómo afecta el estrés a la salud física y mental?
Los médicos estiman que el estrés emocional tiene un papel fundamental en más de la mitad de los problemas de salud físicos y psíquicos.
Las situaciones estresantes producen reacciones emocionales que pueden ir desde episodios eufóricos hasta la ansiedad, la ira, el desaliento y la depresión. Además, estudios recientes han relacionado el estrés con la pérdida de memoria.
Por otro lado, se sabe que el esfuerzo por adaptarse a la presencia continua de situaciones estresantes reduce los recursos del cuerpo y lo hace vulnerable a la enfermedad. El estrés crónico puede desarrollar trastornos físicos como úlceras, hipertensión, enfermedades cardíacas y debilitar el sistema inmunológico.
¿Cómo podemos afrontar el estrés?
Cuando el estrés se convierte en una situación prolongada e intensa en el tiempo, es cuando puede desencadenar problemas físicos y/o psíquicos.
Existen técnicas para poder afrontar las situaciones estresantes:
Técnica de aserción encubierta: Consiste en interrumpir el pensamiento que nos produce emociones desagradables, diciendo una palabra como “stop” o “basta” cuando se repita. De esta manera, se bloquean los pensamientos relacionados con la situación estresante.
Técnica de desensibilización sistemática: Se trata de aprender a relajarse mientras se imaginan escenas que, progresivamente, van provocando mayor ansiedad. En esta técnica, los pasos a seguir son los siguientes:
- Relajar los músculos a voluntad de forma progresiva (pies, piernas, manos, brazos, abdomen, pecho, cuello, cara…)
- Hacer una lista con todos los temores
- Construir una jerarquía de escenas que producen ansiedad, de menor a mayor intensidad de ansiedad.
- Progresar en la imaginación con las situaciones temidas de la jerarquía. Es importante que se practique la visualización para que la situación se viva como más real. No se pasará a una nueva situación que produce ansiedad si no hemos logrado que la anterior situación de la jerarquía quede totalmente resuelta en cuanto a la ansiedad vivida.
Las personas que son activas en la resolución de problemas tienen menos tendencia a sufrir depresión y enfermedades tras situaciones negativas.
Es importante aprender a relajarse, identificar las situaciones de malestar emocional y desarrollar habilidades de afrontamiento. La terapia cognitivo-conductual ayuda a identificar los tipos de situaciones estresantes que producen síntomas fisiológicos y emocionales, y modifica la forma de afrontar estas situaciones. No debemos olvidar que el estrés crónico puede desarrollar graves problemas de salud.
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