Raquel Garcia. Logopeda autora del artículo.
La disfagia se considera la dificultad o molestias producidas en el proceso de tragar (deglutir) los alimentos sólidos, líquidos o incluso la saliva. Es un proceso muy complejo en el que intervienen un gran número de músculos y nervios que deben mantenerse siempre coordinados y por tanto cualquier daño en alguna de estas estructuras o a nivel de sistema nervioso, como ocurre en casos de ictus, enfermedades degenerativas , después de un cáncer… puede afectar a todo el conjunto, produciendo así un grave trastorno que nos lleve a sufrir otros problemas como:
- Neumonías por aspiración, donde el alimento pasa a las vías respiratorias ya los pulmones en lugar del aparato digestivo.
- Desnutrición.
- Deshidratación.
Podemos sospechar que existe disfagia si notamos uno o más de estos síntomas de alarma:
- La comida debe estar más tiempo en la boca de lo normal para darle la consistencia adecuada o mastica con dificultad.
- Tos y atragantamientos frecuentes.
- No hay control de la saliva y se cae en algunas ocasiones.
- Se presentan infecciones respiratorias repetidas.
- Pérdida de peso.
Debe tragar el mismo mordisco varias veces.
Ante la sospecha de disfagia es necesaria la consulta médica, donde el profesional sanitario decidirá las pruebas diagnósticas a realizar y en caso de confirmación, si es necesaria una vía alternativa de alimentación y la necesidad de rehabilitación logopédica.
Es muy importante que con la colaboración de todos los profesionales (médicos, neuropsicólogos, nutricionistas y logopedas) junto con los resultados de las pruebas se establezcan las consistencias y viscosidades de los líquidos necesarias para asegurar una deglución eficiente que mantenga la hidratación y la nutrición correctas por el paciente.
Para mejorar el proceso deglutorio es muy importante seguir unas pautas tanto del entorno como de higiene que ayuden a que el paciente en esta situación se sienta lo más seguro y concentrado posible en esta tarea.
Además, la tarea del Logopeda encargado de la rehabilitación de la deglución es muy importante, pues ya que no sólo debe valorar las estructuras que no están funcionando de manera correcta, y que por tanto deben trabajarse, sino que también decidir si para una mayor seguridad deben establecerse maniobras de forma temporal o permanente para proteger las vías respiratorias y conseguir una deglución segura.
La rehabilitación de la disfagia llevada a cabo por un logopeda implica la aplicación de diferentes técnicas como:
- Estimulación de cara y boca, con masaje intra y extra bucal, estímulos térmicos y…
- Estimulación sensorial a través de texturas y/o gustos que no impliquen riesgo deglutorio.
- Electroestimulación muscular de las estructuras afectadas para que recuperen el tono.
- Praxias de los órganos bucofonatorios ( lengua, labios, mandíbula, mejillas).
- Control postural seguro durante la deglución.
- Establecimiento de las maniobras de deglución seguras por cada paciente y consistencia.
En muchos casos con la aplicación de estas técnicas y las adaptaciones nutricionales establecidas por el resto de profesionales, podemos asegurar una alimentación oral segura que suponga el 100% de la alimentación e hidratación del paciente o bien si no complemente otras técnicas mejorando la calidad de vida del paciente, dándole un aliciente gustativo que otros medios de alimentación (sonda nasogástrica, Gastrostomía) no ofrecen, corrigiendo así la disfagia.
Raquel Garcia Fernàndez
Logopeda del Centro Giner
col.4074
