El TDAH en adultos generalmente ha sido menos tenido en cuenta que el TDAH en niños, pues las primeras investigaciones clínicas respecto al trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) estaban centradas en niños, pensando que era un trastorno que no se manifestaba en la edad adulta. Sin embargo, a medida que avanzaban las investigaciones se evidencia sobre la validez de ese déficit en adultos.

Actualmente, se calcula que la prevalencia de TDAH en adultos es entre un 4 y 5%, lo que le sitúa como uno de los trastornos psiquiátricos más frecuentes, por encima de la esquizofrenía (1%) o el trastorno bipolar (1.5%).

tdah adulto

Descripción del TDAH en adultos:

El TDAH es un trastorno del neurodesarrollo que puede comprender una combinación de síntomas: dificultad para prestar atención, hiperactividad y conducta impulsiva.

La sintomatología presente en la etapa adulta no siempre es igual que en la infancia. En los adultos es habitual que los síntomas de hiperactividad disminuyan o desaparezcan mientras que el déficit de atención puede persistir. Esto puede manifestarse en el día a día como problemas para gestionar el tiempo, dificultades para concentrarse de forma sostenida o la facilidad que pueden tener para olvidar tareas pendientes. Otros aspectos relevantes en la etapa adulta es la impulsividad.

Debemos tener en cuenta que, un buen diagnóstico en la infancia con posterior intervención, es la mejor garantía para poder controlar y disminuir los síntomas durante la edad adulta.

Síntomas del TDAH en adultos:

  • Impulsividad
  • Dificultades para concentrarse
  • Desorganización y dificultades para establecer prioridades
  • Actividad excesiva o inquietud
  • Problemas para realizar múltiples tareas a la vez
  • Dificultades en planificación
  • Baja tolerancia a la frustración
  • Dificultades para finalizar tareas
  • Dificultades para gestionar el estrés o cambios de humor frecuentes
  • Dificultades para gestionar el tiempo

Subtipos de TDAH

El DSM-V especifica 3 tipos principales dentro del TDAH:

  • Presentación predominante con falta de atención: la persona presenta mayoritariamente dificultades de atención, organización y seguimiento.
  • Presentación predominante hiperactiva/impulsiva: la persona presenta mayoritariamente dificultades para controlar los impulsos, inquietud y dificultades de autocontrol.
  • Presentación combinada: el individuo presenta la sintomatología de las dos presentaciones anteriores combinadas: falta de atención, impulsividad e inquietud.

Evolución del TDAH en Adultos

Además de la sintomatología previamente comentada, habitualmente suelen mostrar una baja tolerancia a la frustración, cambios emocionales, baja autoestima, actitudes insistentes, en ocasiones rechazo por parte del entorno. También muestran una actitud de iniciar tareas/proyectos/actividades, sin embargo con dificultades para finalizarlas. Al igual que los niños, presentan una tendencia a procrastinar las tareas que mayor esfuerzo requieren o consideran más aburridas.

– Ámbito académico: presentan una mayor probabilidad de conseguir una menor formación académica, a pesar de presentar inteligencias similares. Más problemas de adaptación y disciplina en el ámbito escolar.

– Medio laboral: los estudios refieren que los adultos con TDAH presentan una peor adaptación laboral, lo que puede producirse de las dificultades en el control de impulsos y la inatención.

– Relaciones interpersonales: en este ámbito pueden mostrar mayores dificultades debido a las crecientes demandas sociales que deben afrontar en el ámbito social en la edad adulta.

Referencias

Reyes Ticas, J. A., & Reyes Ochoa, E. (2010). Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en adultos. Rev. méd. Honduro, 196–202. https://pesquisa.bvsalud.org/portal/resource/pt/lil-644962.

Ramos Quiroga Ya. TDAH en adultos: factores genéticos,
evaluación y tratamiento farmacológico. Barcelona: Universidad Autónoma de Barcelona; 2009. URL: http://hdl.
handle.net/10803/5585.

Evaluación del TDAH en Adultos

Para poder evaluar la sintomatología se deben integrar todos los datos clínicos disponibles que ayudarán en la realización del diagnóstico.

  • Historia clínica
  • Pruebas neuropsicológicas estandarizadas
  • Administración de Cuestionarios
  • Evaluación de la comorbilidad (síntomas depresivos, ansiedad, abuso de sustancias, problemas de sueño, tics, conductas desafiantes,…).

Tratamiento (No farmacológico): Intervención psicoeducativa

Este tipo de intervención está dirigidas a que la persona pueda obtener un conocimiento sobre la sintomatología que presenta, para poder tomar conciencia de la interferencia que puede tener el trastorno en la vida diaria, así como poder detectar las dificultades presentes. Sin embargo, esta intervención no siempre es suficiente.

Tratamiento psicológico

Este tipo de intervención puede ser de tipo individual o en grupo. Este tipo de terapia está dirigida a poder aprender estrategias que ayuden a la persona a aceptar el trastorno así como tener recursos o formas alternativas para afrontar la sintomatología y el día a día.

La terapia cognitivo-conductual ha demostrado eficacia en la mejora de los posibles síntomas comórbidos (depresión y ansiedad), así como la adherencia terapéutica. Asimismo, puede beneficiar en el ámbito laboral para guiar a encontrar un buen ambiente de trabajo, la administración de tiempo y la organización.