La adolescencia es un periodo en el que se experimentan muchos cambios en todos los sentidos, psicológicos, físicos, hormonales y un largo etcetera. Gestionar estos cambios a menudo no resulta fácil y algunos aspectos que podían estar enterrados en el infancia aparecen con fuerza en esta etapa, dificultando la adaptación de la chica o el chico a las nuevas circunstancias de su vida. En estos casos el trabajo por medio de la psicología del adolescente, ayuda a este en este impas de tiempo a adaptarse nuevamente a los cambios en las diferentes vertientes en que transcurre su día a día.
Muchas veces en esta etapa la comunicación con los padres se hace más complejo y pueden aparecer tanto problemas conductuales como comunicativos en este entorno, dificultando la convivencia en casa y generando una situación poco sostenible en el tiempo. En este momento la ayuda del psicólogo facilitará el cambio en los patrones de comunicación en el hogar y trabajará los problemas de raíz, ya sean en el propio adolescente o en la dinámica familiar.
La intervención con el adolescente se basa en proporcionarle estrategias y habilidades que le ayuden a mejorar o superar el problema que presenta, identificar las emociones, saber sobreponerse y desarrollar las herramientas para poder compensar las dificultades que está viviendo en la actualidad. A los familiares y educadores, en cambio, se les ofrecen pautas de actuación que ayuden a mejorar los problemas emocionales y conductuales tanto en casa como en la escuela, a menudo resultando fundamental el cambio en los entornos de desarrollo. En este sentido, como apuntábamos anteriormente, resulta fundamental el papel de la familia como referente y entorno primordial del adolescente.
Es importante tener en cuenta que la etapa de la adolescencia a parte de ser muy complejo en sí, supone un periodo de preparación para la transición a la vida adulta, resultando muy importante el bienestar emocional para que esta transición sea satisfactoria y permita evitar el début en situaciones de riesgo como adicciones, trastornos de la conducta alimentaria, etc.
Los problemas que abordamos desde la Psicología Adolescente son:
Trastornos del comportamiento: desobediencia, conducta negativista-desafiante, agresividad, impulsividad, …
Trastornos del estado de ánimo: tristeza, depresión, baja autoestima, procesos de duelo o pérdida.
Trastornos de ansiedad: ansiedad generalizada, inseguridad, miedos, fobias, inhibición conductual, …
Dificultades de relación y adaptación: afrontamiento de separaciones y divorcios, falta de habilidades sociales, aislamiento, aumento de la autoestima, resolución de problemas y conflictos sociales.
Acoso escolar: Bullying.
Asesoramiento a los padres y pautas educativas en la etapa adolescente.
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