¿Qué son las denominadas “personas tóxicas”?
Es probable que hayamos oído hablar de las denominadas “personas tóxicas”. Pero, ¿existen? ¿En qué consiste exactamente su definición?
Un libro que precisamente aborda este tema es el de Bernardo Stamateas, titulado “Gente tóxica: las personas que nos complican la vida y cómo evitar que sigan haciéndolo”. En él, nos muestra que en nuestra vida cotidiana no podemos evitar encontrarnos con personas problemáticas, como por ejemplo jefes autoritarios o compañeros envidiosos en nuestro trabajo. Estas personas nos producen malestar, por lo que se convierten en “tóxicas”. Así, Bernardo Stamateas, proporciona consejos para protegernos de estas personas a fin de tener relaciones personales más positivas y saludables que nos permitan ser más felices.
En ocasiones, podemos detectar aquella o aquellas personas que ejercen poder sobre nosotros mismos. La mejor solución sería alejarnos de ellas, pero, sin embargo, no siempre es posible. También es cierto lo comentado en diversos artículos que exponen la situación social y económica actual la que también condiciona a las personas, provocando inseguridad, miedo e indefensión. Entonces, ¿qué debemos hacer?
En este artículo, queremos hacer hincapié en la importancia de marcar límites con las personas que nos producen malestar o, que es lo mismo, con las “personas tóxicas”. Es importante que recordemos nuestros propios derechos y que pongamos en práctica medidas para poder ser escuchados y llevados a cabo.
Así, la asertividad es el elemento crucial que debemos tener presente a la hora de poner límites a aquellas personas tóxicas. Debemos decirle o decirles aquello que pensamos o sentimos a fin de romper con la pasividad que esas personas nos provocan. Decir que “no” cuando no estamos de acuerdo en algo es, por lo tanto, imprescindible para poder ser felices y no vivir con la sensación de sumisión y/o malestar.
Algunos principios básicos que debemos tener presente para poder romper con nuestra pasividad y poder poner límites a los demás, son:
– No debemos confundir decir que “no” con ser egoístas. “Egoísta sería pedirnos algo que no queramos hacer.
– Si una persona quiere aprovecharse de nosotros y no nos demuestra nada más, debemos plantearnos si nos conviene su amistad o relación.
– Es importante valorarse a uno mismo. La autoestima está muy relacionada con la asertividad.
Ser asertivos es, así, un derecho de nosotros mismos. Debemos aprender a decir que “no” o a mostrar nuestros sentimientos y pensamientos, de manera correcta y sin dañar a la otra persona.
Si nos es difícil poder romper un vínculo con una persona que es tóxica para nosotros mismos, es aconsejable trabajar con un profesional de la salud mental las técnicas para poder hacer frente a dicha situación. De esta manera, ayudará a disminuir la tensión y aumentar, así, nuestra calidad de vida.
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