Terapia Psicológica Online, una solución a la Agorafobia
En ocasiones, las personas con Agorafobia cancelan la visita con el psicólogo debido a sus miedos, lo que dificulta mantener la regularidad del tratamiento. Por ese motivo, la intervención psicológica online puede ser especialmente útil en casos concretos en que el usuario tiene ciertas necesidades y/ o presenta dificultades para acceder a una terapia presencial en un centro asistencial cercano.
La intervención psicológica online consiste en la aplicación de principios y técnicas psicológicas por parte de un profesional acreditado con el fin de ayudar a otras personas a comprender sus problemas, a reducir o superar estos, a prevenir la ocurrencia de los mismos y/o a mejorar las capacidades personales o relaciones de las personas aun en ausencia de problemas.
En la terapia psicológica online con un paciente que padece Agorafobia, se aplican las mismas técnicas cognitivas-conductuales que en una terapia presencial, adaptadas a cada persona y al contexto y se trabaja con el paciente de manera cercana, valorando personalmente los objetivos alcanzados y estableciendo tareas de manera gradual
Riesgo de la Agorafobia: convertirla en un estilo de vida
Las personas que padecen Agorafobia evitan casi permanente muchas situaciones, como por ejemplo salir del hogar, entrar en tiendas o almacenes, las multitudes, los lugares públicos y viajar solo en trenes, autobuses o aviones.
En ocasiones, la ansiedad y temor que produce salir de casa, puede llegar a convertirse en un problema continuo que termina por controlar sus vidas. Se siente miedo a ir a cualquier lugar desprotegido y se termina evitando cualquier situación que haga sentirse incómodo.
La agorafobia se convierte, más que un trastorno, en un estilo de vida en multitud de casos. La persona se adapta a su miedo, convirtiéndose este, en el centro de gravedad, alrededor del cual gira su mundo. El comportamiento de evitación de estas situaciones puede conducir a un deterioro de la capacidad para efectuar viajes de trabajo o para llevar a cabo las responsabilidades domésticas (como por ejemplo ir al supermercado, llevar los niños a la escuela, etc.).
En otros casos, esta limitación no es tan evidente debido a que la persona consigue trasladarse con gran malestar, o bien habiendo organizado en su entorno todo un dispositivo de acompañantes que le ayuden a superar su incapacidad para desplazarse, lo que comporta una relación con el entorno basada en la dependencia.
Para evitar las consecuencias personales y sociales que comporta este trastorno y para poder superarlo, el primer paso es consultar con un especialista en salud mental.
¿Qué terapia psicológica es la más adecuada?
La terapia psicológica más eficaz para la Agorafobia es la cognitiva-conductual. A pesar de haber rasgos comunes en pacientes que padecen Agorafobia, se procede a una evaluación exhaustiva de cada paciente. En la evaluación, se detallan los datos personales, el motivo de consulta, la sintomatología (cognitiva, afectiva, fisiológica y conductual) y la historia personal y familiar. Tras este paso fundamental, se plantea la forma en la que se va a abordarla Agorafobia y se informa al paciente del proceso.
Cabe recordar que las personas con Agorafobia tienen miedo a aquellas situaciones en las que consideran que pueden tener sensaciones somáticas de ansiedad o ataques de pánico o en las que creen que pueden ocurrir consecuencias dañinas o catastróficas. El hecho de pensar en afrontar los estímulos que provocan temor, hace que aumenten las respuestas fisiológicas y los pensamientos negativos, lo que, a su vez, se relaciona con una evitación de la conducta. La misma evitación, refuerza la propia imagen negativa y la propia percepción.
En la terapia cognitiva-conductual, se elabora un análisis funcional, en el que se detectan las situaciones evitadas, los pensamientos y cogniciones implicadas, las estrategias de evitación y de seguridad que se llevan a cabo y se detallan las situaciones internas y externas y el grado de ansiedad asociado.
La intervención consiste en el establecimiento de unos objetivos terapéuticos, que consisten en la enseñanza del propio funcionamiento del paciente, la enseñanza de la detección de situaciones en las que el paciente padece ansiedad, la aplicación de estrategias y la recuperación del ritmo y funcionamiento habitual.
Algunas técnicas utilizadas para el afrontamiento de la Agorafobia, son la exposición a las situaciones fóbicas (in vivo o en imaginación), con la que se pretende eliminar los comportamientos de evitación y disminuir la ansiedad y malestar asociados al salir de casa o permanecer en determinados lugares abiertos o públicos; la potenciación de la mejoría de los pensamientos y creencias acerca de las sensaciones corporales de la ansiedad; la enseñanza de técnicas de relajación y respiración que ayuden al paciente a abordar situaciones estresantes con menor ansiedad.
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